Ayer fue mi último día de trabajo
y debo decir que lo voy a extrañar.
Le dije chau a las plantas, me despedí de los compañeros
y me quedé mirando el atardecer que tantos viernes me regaló este lugar.
Trabajé duro, me insolé en los días de verano, mientras regaba la terraza.
Pero de todas maneras sigue siendo el mejor trabajo que pude tener hasta ahora.
Veremos cómo sigue...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lo que quieras decir, de buena manera, es bienvenido